miércoles, 11 de febrero de 2009

Isla de Shikoku #1

Yami no Matsuei






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Konbanwa (こんばんは) mis amigos; bienvenidos a la Isla de Shikoku. Esta vez decidí hablarles sobre la serie Yami no Matsuei (闇の末裔), que en español vendría a significar algo así como Descendientes o Hijos de la Oscuridad. Creada por Matsushita Yoko (ver Nota al final), el manga empezó a ser publicado en 1995 por la editorial Hakusensha; pero actualmente la publicación está suspendida y aún no hay noticias sobre su continuación. En el año 2000 el estudio J.C Staff realizó la versión del anime que consta de 13 episodios, siendo transmitida por la cadena WOWOW.
La historia nos habla de los Shinigamis, los dioses de la muerte, encargados de llevar las almas de los muertos al más allá, a un lugar conocido como el Meifu. Pero por diversos motivos hay veces que el alma de los humanos no abandona la Tierra convirtiéndose en espectros o fantasmas. La misión de los shinigamis es resolver el problema que ata los espíritus a la Tierra y hacer que descansen en paz, además de castigar a los humanos y espectros que interfieren con el Mundo Espiritual. La trama se centra en los casos que deben resolver dos de los shinigamis principales: Tsuzuki Asato y Kurosaki Hisoka.
Hasta ahora todo parece muy místico ¿no?, pues déjenme decirles que no se vayan con la finta. Es cierto que en esta serie se manejan temas como brujería, espíritus místicos, apariciones demoníacas, asesinatos y maldiciones, pero tiene varios detalles que la hacen ligera y, en ciertos momentos, chusca.
Para empezar, los shinigami no están caracterizados como severos monjes o exorcistas. En realidad los shinigamis se ven y comportan como detectives en una oficina de policía: siempre renegando de su jefe; gastándose bromas entre sí, peleándose por las botanas y cada uno con sus propias manías y vicios. Además, hay unas criaturas muy graciosas llamadas Gushoshin, muy parecidas a unas gallinas parlantes, que son los secretarios y ayudantes de los shinigamis; los Gushoshin parecen un poco fuera de lugar con el estilo serio de los dibujos y ambientes, pero son simpáticos.
Como ya les había mencionado, la historia se centra en los shinigamis Asato y Hisoka. Asato es uno de los shinigamis más experimentados y reconocidos; aunque se comporta como si fuera un novato. El fue un humano que vivió entre 1900 y 1926 y que después de su muerte pasó a trabajar como shinigami. Es un tipo alegre, relajado y amante de comer. Pero aunque su apariencia y carácter parecen poco amenazadores, a la hora de trabajar es valiente y luchador, guardando un doloroso recuerdo que lo hace sentir culpable. El puede manejar a los espíritus sagrados (shikigamis) para acabar con demonios y espíritus malignos.
Hisoka es el joven compañero de Asato. Murió a los 16 años, víctima de una maldición. Él se volvió shinigami para poder encontrar a la persona que lo asesino. Es un muchacho callado y serio, a veces más maduro que Asato. Posee la cualidad de poder leer los pensamientos y emociones de las personas; lo cual es muy útil para resolver misterios, pero no le es fácil controlar ésta habilidad pues un recuerdo muy doloroso u obscuro le provoca sufrimiento.
A medida que la historia avanza, Asato y Hisoka desarrollan un estrecho vínculo, que a veces parece un romance; pero esto es natural porque Yami no Matsuei pertenece al género de shonen-ai, es decir, maneja el tema de amor entre dos hombres, y varios personajes tienen éstas características; pero no muestra nada más, no es una serie yaoi donde la relación si es francamente homosexual.
Quizá alguno pueda pensar que éste último detalle echó a perder la serie, pero no se preocupen, la serie realmente vale la pena; sólo hace falta tener una mentalidad abierta, verla sin prejuicios, porque está bien llevada, no es nada vulgar o escandaloso.
Sinceramente yo puedo recomendar a Yami como una serie que merece ser vista; maneja el misterio, terror, drama y acción de muy buena forma, la trama es bastante interesante y especialmente, es una serie “diferente” al estándar, si tienen oportunidad de revisarla no la pasen por alto.
Bueno compañeros con eso termina ésta edición de la Isla de Shikoku, espero que podamos leernos la próxima semana. Sigamos transitando por el camino del Otaku.




Nota: En atención a la tradición japonesa, cuando mencionamos nombres nipones usamos primero el apellido y luego el nombre.


Dewa, mata「では、また

Pegasus Mercury



© J.C. Staff

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